Por siglos, muchos emprendedores han logrado muchas y grandes victorias enfocados en un objetivo poderoso y bajo un simple pensamiento que los lleva a mirar donde otros no ven.
Startup; esta simple palabra o tecnicismo desconocido para muchos, letras convertidas en frase, hoy en día se hace más fuerte y popular en los ecosistemas de las ideas y de los emprendedores, los lleva a materializar mediante procesos formulados y ordenados, la posibilidad de poner sus proyectos en el escaparate correcto del emprendimiento, de inversionistas, del capital semilla, rondas de inversión nacionales e internacionales, hacer realidad ese gran sueño y ponerlo en los cuernos de Unicornios y Pegasos en un abrir y cerrar de ojos.
El término “Startup” también conocido como “compañía o empresa de arranque”, siempre está acompañado del riesgo económico, pero también, la promesa de una gran recompensa y de grandes posibilidades de crecimiento.
Actualmente, existe un número importante de consultores, firmas y despachos que diseñan y estructuran correctamente durante varias etapas de principio a fin cada proyecto, que toman después de un previo análisis evaluando su potencial o posibilidades de éxito. Para esto es importante la responsabilidad de las incubadoras de Startups donde tienen que identificar la capacidad, experiencia o conocimientos del medio donde pretende incursionar, además del compromiso del emprendedor que puede ser determinante para el éxito o fracaso de cada proyecto.
Asegurar el éxito de una Startup desde su incubación, presentación y lanzamiento, tiene que ser un proceso de sinergia entre el emprendedor o fundadores de un proyecto y la incubadora para caminar juntos a través de una amplia gama de recursos y herramientas que darán forma estructurada y confiable a inversionistas, además, del mismo mercado donde será lanzado.
De esta manera, la incubación de un proyecto, es un proceso dinámico que ayuda tanto a acelerar su gestación y desarrollo, como a incrementar su tasa de éxito (o disminuir la tasa de riesgo y fracaso). Es un puente que enriquece al mismo tiempo al emprendedor o fundadores para madurarlos en entendimiento y conocimientos para darle gran forma a su proyecto.
Muchos Ángeles Inversionistas, Venture Capital o Inversión Privada que apuestan a este estilo de negocio, por lo regular prefieren invertir su capital en desarrollo de tecnologías disruptivas, tomando con mucha seriedad la etapa creativa, la cual es la que detona el nacimiento de productos o servicios innovadores y que resultan altamente deseados por el mercado mirando a todos los futuros.
Una Startup por lo regular se le estructura y capacita para operar con eficiencia, con costos mínimos de arranque y con poco personal, sin embargo, tienen la grandísima capacidad de generar ganancias realmente exponenciales.
El riesgo es evidente y radica en el hecho de que los inversionistas apuestan a la creación de productos hasta ese momento “inexistentes” y no a la venta de algo ya presente en el mercado, pero ese es el gran sabor venenoso al que apuestan al ver proyectos crecer y subir como cohetes.
Este tipo de apuestas, también se caracterizan por la posibilidad real de obtener grandísimas recompensas, y muchas veces, el reconocimiento global en poco tiempo.
Lo anterior debido a que, al tener un bajo costo de implementación, el regreso de la inversión inicial en corto tiempo con una fuerte ganancia y alto rendimiento es más probable.
Como toda fase en la historia, las Startup necesitaron demostrar con el tiempo, ser un ecosistema para los emprendedores donde la convergencia de todos los actores involucrados en los procesos de emprendimiento, fomenta la innovación, la creación y el desarrollo de nuevos startups, generando grandes resultados cuando todo nació como una simple idea.
La interacción de estos ecosistemas en los mercados nacionales e internacionales, generan fiabilidad. Aún con el riesgo y el poco tiempo, lograr alcanzar sus primeros resultados, demostrando su potencial de rápido crecimiento con una limitada inversión, se debe al hecho de enfocarse en la creación de nuevos nichos de mercado donde muchas veces no se entendía o veía posibilidades. De ahí parte ese gran sentimiento o fuerza del emprendedor; “creer para ver”.
Existen muchos grandes ejemplos que partieron de simples ideas y se juntaron con incubadoras o mentores:
MÉXICO
- KAVAK
- CLIP
- SOFIA
- JUSTO
- KONFIO
- WEPOW
- URBVAN
- KLAR
- BITSO
- MOONS
- OYSTER FINANCIAL
- GURUHOTEL
- CRABI
- KICHINK
- CALII
- NOWPORTS
- ATEXTO
- ROBIN
- MODEBO
- STRAO TECHNOLOGIES
- CREDIJUSTO
- FONDEADORA
- MINU
- HOMIE
INTERNACIONAL
- BYTEDANCE
- SPACEX
- STRIPE
- KLARNA
- CANVA
- INSTACART
- DATABRICKS
- REVOLUT
- EPIC GAMES
- CHIME
- FTX
- BYJU’s
- XIAOHONGSHU
- J&T EXPRESS
- FANATICS
- YUANFUNDAO
- DJI INNOVATIONS
- SHEIN
- CHECKOUT.COM
- GOPUFF
- TIKTOK
Es muy evidente que muchas empresas de este tipo, tienen un tiempo de vida muy limitado, puesto que su objetivo principal siempre será el ser adquirida por otra empresa más grande que quiera hacer suya la tecnología que ha desarrollado.
Asimismo, las Startups son famosas por ser grandes generadoras de empleos y de riqueza en los países donde se encuentran. Sin embargo, hay otras que tienen claro no ser adquiridas, ya que tienen la seguridad de su potencial y objetivos muy claros, llegando a ser verdaderos monstruos en el mercado, donde en algún momento serán ellas quienes iran devorando o comprando otras de su tipo que les permitan crecer aún más.
Concluyendo, las Startups siempre despertarán el interés del inversionista, llámense Ángeles Inversionistas, Venture Capital, Inversión Privada, Crowdfunding, etc., dispuestos a invertir en ellas aún conociendo el riesgo que corren.
Quienes invierten sus recursos y sus vidas en este tipo de proyectos, son innovadores empedernidos, indudablemente adictos a fallar y siempre dispuestos a arriesgar para ganar.
Fuente: Mundo Fintech